Tres monasterios portugueses
Se siente el último semáforo antes de salir de la ciudad con alivio. Como una barrera que se traspasa, una liberación. Cuando se dice último semáforo se comprende igualmente la última rotonda, el último cruce, la última circunvalación, el último atasco. En cualquier caso es como una señal, directamente dirigida al sistema límbico, para relajar los músculos y segregar endorfinas. Adiós a las reglamentaciones, a la arbitrariedad; a los sinsentidos, a la cerrazón de mente y de espíritu. Hola a los espacios abiertos, a la carretera, a la reflexión. A la vorágine de las espadañas en la lejanía y los paisajes en fila. Para este primer periplo me concentro en Portugal. La fecha, agosto de 2023, el lugar en concreto una zona que voy a denominar como de los tres monasterios portugueses. Precisamente por la presencia de tres monumentos, con la categoría de Patrimonio de la Humanidad, en un radio de menos de 100 km. Me refiero al monasterio de Batalha, al de Alcobaça y al convento de Cristo en